En el Vicerrectorado Académico de la Universidad de Carabobo, rendimos un sentido homenaje al insigne compositor Aquiles Báez, quien, en su repentino deceso, nos ha dejado un legado musical invaluable. Para ello, hemos citado dos escritos de interesante lectura, a seguir:
En palabras del Profesor Luis Enrique Vizcaya, quien pudo compartir con este grandioso virtuoso de la música, señala: ¡qué golpe tan doloroso! Ayer estaba observando una foto donde aparece con Ilan Chester. Hicimos una cálida amistad a partir de un viaje que hicimos a Moscú... #AquilesBaez era un virtuoso, un mago, con su guitarra llegó al cine a través de la musicalizacion de películas y cortos.Tenía un pacto con el humor y la sonrisa, era disciplinado y estudioso... <<Dios te ilumine siempre maestro, maestro no solo de la música sino también de la amistad>>.
Traemos, como recordatorio, homenaje de su memoria, un breve resumen, de un escrito de Aquiles Báez, que él denominó <<La Verdad en la Música>>:
No critico las necesidades y los gustos de cada quien, pero apelo a los valores éticos y morales. Creo que esto está sucediendo en estos momentos de la música, hemos dejado de reflexionar sobre lo que es bueno y lo que es malo. Por eso nos hemos conformado con cualquier cosa.
Se premian cantantes que no cantan, a músicos que no saben de música, y se maneja un discurso poético impensable en una sociedad donde la mayoría de la población tiene al menos un título de educación secundaria. Mas grave aún, que muchos de los que avalan la mediocridad tienen postgrados y a veces hasta doctorados.
Por suerte todavía no existe una app, que de hoy para mañana te haga hacer escalas a la misma velocidad que Paco de Lucia, ni existe ningún programa que te haga batear como Miguel Cabrera o te ponga a cantar como Pavarotti.
Pensando en nuestros hijos, tenemos que construirles un camino de certeza, no puentes de cartón e ídolos falsos. El filósofo Francés Edgar Morin, menciona que la educación en los últimos tiempos se ha dedicado a resolver lo practico, lo teórico, lo matemático. Pero no se toma en cuenta, como comenta Morin: "la Misión Espiritual de la Educación”.